El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
El autor
Robert Louis Stevenson nació en Edimburgo, Escocia, en 1850. Estudió ingeniería náutica y abandonó esta carrera por la abogacía. Su primer libro fue Un viaje al continente, al que le siguieron Las nuevas noches árabes y Viajes en burro por las Cevennes. Tras publicar su novela de aventuras, La isla del tesoro, escribió El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde y, posteriormente, “El diablo en la botella”. Además, escribió ensayos, teatro y un libro de poemas, Underwoods. Para la composición de muchas de sus obras resultaron decisivos los múltiples viajes que realizó por Europa, América y las islas del Pacífico. Tras haber padecido desde muy joven la tuberculosis, murió en 1894, en Upolu, actual Estado Independiente de Samoa Occidental.
Robert Louis Stevenson nació en Edimburgo, Escocia, en 1850. Estudió ingeniería náutica y abandonó esta carrera por la abogacía. Su primer libro fue Un viaje al continente, al que le siguieron Las nuevas noches árabes y Viajes en burro por las Cevennes. Tras publicar su novela de aventuras, La isla del tesoro, escribió El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde y, posteriormente, “El diablo en la botella”. Además, escribió ensayos, teatro y un libro de poemas, Underwoods. Para la composición de muchas de sus obras resultaron decisivos los múltiples viajes que realizó por Europa, América y las islas del Pacífico. Tras haber padecido desde muy joven la tuberculosis, murió en 1894, en Upolu, actual Estado Independiente de Samoa Occidental.
Síntesis del libro (informaciones extraídas de la Ed. Santillana)
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde puede ser considerada una nouvelle, ya que resulta más larga que un cuento pero no posee la extensión suficiente para ser una novela.
La acción se inicia cuando Utterson, abogado y discreto hombre de sociedad, escucha la historia que le narra su amigo Enfield acerca de un personaje monstruoso, de apellido Hyde, quien pisoteó a una niña en plena calle. El despreciable sujeto, obligado a reparar su delito por la familia de la víctima, presentó un cheque cuya firma pertenecía a un prestigioso caballero. La revelación de este episodio perturba a Utterson, ya que Mr. Hyde es nada más ni nada menos que el beneficiario del testamento de su cliente y amigo personal, el Dr. Henry Jekyll. A partir de ese momento, el abogado encara una cuidadosa investigación para descubrir quién es el inquietante Mr. Hyde, al tiempo que tratará de develar qué tipo de relación existe entre éste y su cliente. Utterson releva pruebas y descubre indicios pero equivoca el camino a la hora de interpretarlos, por las inusitadas circunstancias de los hechos.
El caso, más allá de girar en torno a un misterio, participa de otros géneros, como el fantástico y el terror, cuyas motivaciones se alejan de la lógica racional y el método deductivo que han caracterizado al policial clásico.
En cuanto al narrador, éste refiere los acontecimientos en tercera persona, focalizado en el Dr. Utterson; sin embargo, se incorporarán otras voces, a través de las cartas del Dr. Lanyon y del propio Henry Jekyll, que completan pasajes claves del caso desde otros puntos de vista. Esto determina que la frecuencia narrativa del relato sea iterativa (se narra muchas veces lo ocurrido) y es el lector quien va recomponiendo con cada testimonio la historia. En este sentido, el tiempo del relato no coincide con el de los hechos, tal y como se plantea en el policial de enigma.
Las descripciones nos introducen en una atmósfera amenazante que encuentra en las nocturnas calles de Londres un escenario inmejorable para el misterio. Otro aspecto que deberá tenerse en cuenta es que los escenarios de alguna manera se relacionan con quienes los habitan; así la casa del Dr. Jekyll tiene dos partes claramente diferenciadas: la que corresponde al prestigioso médico y la oculta, donde habita el monstruoso Hyde.
En cuanto a la temática, el núcleo narrativo está dado por el dualismo que existe en toda alma humana, que nunca es totalmente buena ni nunca totalmente mala, y que oscila, vacilante, entre el principio del bien y el principio del mal. En esta dualidad también se ha visto una referencia a la sociedad victoriana de la época, que se encargó de reprimir y ocultar aquello que consideraba moralmente incorrecto mientras proyectaba una imagen de cortesía y refinamiento. Otros consideran que, con esta obra, Stevenson anticipa las teorías psicoanalíticas sobre el desdoblamiento de personalidad.
Más allá del tiempo y de las diversas interpretaciones que ha generado este relato, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde ofrece una aventura fascinante, y sigue renovando en cada lector sus interrogantes acerca de la moral y los límites de la ciencia.
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde puede ser considerada una nouvelle, ya que resulta más larga que un cuento pero no posee la extensión suficiente para ser una novela.
La acción se inicia cuando Utterson, abogado y discreto hombre de sociedad, escucha la historia que le narra su amigo Enfield acerca de un personaje monstruoso, de apellido Hyde, quien pisoteó a una niña en plena calle. El despreciable sujeto, obligado a reparar su delito por la familia de la víctima, presentó un cheque cuya firma pertenecía a un prestigioso caballero. La revelación de este episodio perturba a Utterson, ya que Mr. Hyde es nada más ni nada menos que el beneficiario del testamento de su cliente y amigo personal, el Dr. Henry Jekyll. A partir de ese momento, el abogado encara una cuidadosa investigación para descubrir quién es el inquietante Mr. Hyde, al tiempo que tratará de develar qué tipo de relación existe entre éste y su cliente. Utterson releva pruebas y descubre indicios pero equivoca el camino a la hora de interpretarlos, por las inusitadas circunstancias de los hechos.
El caso, más allá de girar en torno a un misterio, participa de otros géneros, como el fantástico y el terror, cuyas motivaciones se alejan de la lógica racional y el método deductivo que han caracterizado al policial clásico.
En cuanto al narrador, éste refiere los acontecimientos en tercera persona, focalizado en el Dr. Utterson; sin embargo, se incorporarán otras voces, a través de las cartas del Dr. Lanyon y del propio Henry Jekyll, que completan pasajes claves del caso desde otros puntos de vista. Esto determina que la frecuencia narrativa del relato sea iterativa (se narra muchas veces lo ocurrido) y es el lector quien va recomponiendo con cada testimonio la historia. En este sentido, el tiempo del relato no coincide con el de los hechos, tal y como se plantea en el policial de enigma.
Las descripciones nos introducen en una atmósfera amenazante que encuentra en las nocturnas calles de Londres un escenario inmejorable para el misterio. Otro aspecto que deberá tenerse en cuenta es que los escenarios de alguna manera se relacionan con quienes los habitan; así la casa del Dr. Jekyll tiene dos partes claramente diferenciadas: la que corresponde al prestigioso médico y la oculta, donde habita el monstruoso Hyde.
En cuanto a la temática, el núcleo narrativo está dado por el dualismo que existe en toda alma humana, que nunca es totalmente buena ni nunca totalmente mala, y que oscila, vacilante, entre el principio del bien y el principio del mal. En esta dualidad también se ha visto una referencia a la sociedad victoriana de la época, que se encargó de reprimir y ocultar aquello que consideraba moralmente incorrecto mientras proyectaba una imagen de cortesía y refinamiento. Otros consideran que, con esta obra, Stevenson anticipa las teorías psicoanalíticas sobre el desdoblamiento de personalidad.
Más allá del tiempo y de las diversas interpretaciones que ha generado este relato, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde ofrece una aventura fascinante, y sigue renovando en cada lector sus interrogantes acerca de la moral y los límites de la ciencia.